1.1 Introducción
Existe una gran variedad de problemas de los tejidos blandos que son claramente reconocibles: efectos de traumatismos (roturas, contusiones, miositis osificante), procesos inflamatorios (infecciosos y no infecciosos), debilidad etc. El síndrome de dolor y disfunción miofascial es una entidad muy frecuente, diferente a las anteriores, pero hasta la fecha, mal comprendida y escasamente difundida.
El síndrome de dolor miofascial tiene un protagonista principal: el punto gatillo miofascial.
Numerosos términos de dolor regional tales como codo de tenis, cefalea tensional, bursitis subdeltoidea, tendinitis bicipial, neuralgia braquial, artrosis de columna, ciática entre otros, tienen en uno o en varios puntos gatillo la causa de los síntomas que presenta el paciente.
El músculo es un órgano sujeto al uso y abuso de las actividades de la vida diaria y es una de las principales fuentes de dolor, a pesar de lo cual, suelen ser los tendones, articulaciones, bursas y nervios las estructuras en las que buscamos el origen del dolor.
1.2 Definición de Punto Gatillo Miofascial
Foco o nódulo hiperirritable dentro de una banda tensa (conjunto de fibras dentro del músculo con mayor tensión que el resto) del músculo esquelético. Es doloroso a la compresión local y puede provocar dolor referido, disfunción motora y fenómenos autonómicos.
1.3 Clasificación
PGM Activo: causa dolor referido de manera espontánea, genera disfunción, debilidad y restricción de movimiento.
PGM Latente: no genera dolor referido pero sí disfunción.
1.4 Factores de activación
Directos
– Sobrecarga aguda: contracciones bruscas, estiramientos excesivos.
– Sobrecarga crónica: problemas posturales, movimientos repetidos.
– Enfriamiento: aire acondicionado.
– Traumatismos directos: caídas, golpes.
Indirectos
– Otros PGM: tanto de la musculatura agonista como antagonista.
– Estar dentro de la zona de dolor referido de un PGM. Aparece lo que se denomina PGM asociado, satélite o secundario.
– Fenómenos viscerales.
– Inflamaciones o disfunciones articulares.
– Radiculopatías: la compresión nerviosa hace que los músculos no tengan buena inervación.
– Estrés emocional: actitud postural, disminución del umbral doloroso, empleo de musculatura respiratoria accesoria.
1.5 Factores de perpetuación
Los factores de perpetuación hacen que el músculo tenga una mayor tendencia desarrollar PGM y pueden aumentar la irritabilidad de los ya existentes, de forma que la respuesta del músculo al tratamiento sea incompleta o de corta duración.
– Mecánicos: dismetría de EEII, estructura de pie de Morton, mobiliario inadecuado, adoptar posturas incorrectas.
– Cicatrices: adherencias entre tejido celular subcutáneo y fascia muscular.
– Nutricionales: déficit de vitamina B (ácido fólico), Fe, Ca, Se, Mg.
– Metabólicos y endocrinos: hipotiroidismo, hiperucemia y la hipoglucemia.
1.6 Tipos de palpación
– Palpación en pinza: se podrá utilizar cuando tengamos dos caras accesibles del músculo.
– Palpación plana superficial: para músculos superficiales donde se palpa a través de la piel.
– Palpación profunda: para músculos profundos.
1.7 Tratamiento
Consta de dos fases que deben trabajarse de manera simultánea:
A) Control del dolor: tratamiento de PGM activos y latentes.
Dentro de este control del dolor podemos establecer dos tipos de abordaje terapéutico por parte del fisioterapeuta:
A.1) Fisioterapia conservadora:
A.2) Fisioterapia invasiva:
B) Control de los factores de perpetuación.
Más información en: http://www.travellysimons.com/inicio/index.php
Deja una respuesta
Deja una respuesta